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Con la música a todas partes - Brecha

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Culturales
Renée Pietrafesa
Renée Pietrafesa Entrevista de Leonardo Croatto

Con la música a todas partes

—Encontré algunos pedagogos buscando nuevas maneras de enseñar ese famoso solfeo tan poco querido -y con mucha razón, ya que en general está muy mal enseñado-; hay una revista llamada Vibraciones con ideas de cómo cambiar el sistema pedagógico, también encontré un profesor que compuso un método con acompañamiento de jazz...
En todas estas áreas, ¿qué posibilidades existen de establecer intercambios en ambas direcciones?
—Estoy haciendo esfuerzos para que en el intercambio participen más músicos uruguayos, sobre todo de las nuevas generaciones; me parece importante promover eso, y hay interés, te puedo dar ejemplos: al Ensemble Intercontemporain, le interesa conocer jóvenes compositores, también hablé con quien fue profesor mío en París, actual director de la Orquesta de la Île-de-France, acerca de cómo encara la actividad de la orquesta, y hay posibilidad de hacer un stage con él, para que la gente pueda ir a ver cómo se trabaja y ensaya con diferentes repertorios. Cuando visité el Centro de documentación de música contemporánea que está en la SACEM (sociedad de autores), pude dejar dos partituras recientemente editadas por mí y Ulises Ferretti, y dejé la puerta abierta a que se pueden mandar más, todos pueden mandar, es importante que esté la música de todo el mundo ahí, y también la nuestra. Cuando hice el concierto en Foix también, un músico me pidió la partitura, el problema de la edición es muy importante, hay que editar para poder difundir; en Suiza, en la biblioteca cantonal de Lausanne, encontré una pila de partituras y discos a disposición de la gente gratuitamente, y se está trabajando ahora para conseguir también partituras contemporaneas. Y o puse mi granito de arena, hablé con los responsables y parece que vamos a seguir el contacto epistolar para que les mandemos partituras nuestras; son pequeñas cosas pero importantes y las podemos hacer.
Volviendo a nuestra realidad, a nuestras carencias, ¿qué creés que se puede hacer acá?
—Es muy interesante la idea de unir formación y difusión; también creo mucho en la integración de las artes. En mi programa de televisión en Canal 5 trato de llevar músicos, pintores de diferentes corrientes, bailarines, plásticos, creo que se podría usar el museo del Parque Rodó para hacer conciertos, el Museo Torres García, las galerías de pintura, ir a los liceos...
Pero hay carencia de medios...
—Es un círculo vicioso, como en otras áreas. No hay suficiente apoyo estatal, falta promoción, y a nivel independiente no se logra salir. Por suerte los músicos estamos unidos en el Núcleo Música Nueva y podemos tratar, intentar cambios.
En Europa existe un fuerte apoyo financiero estatal y también privado, de parte de fundaciones, de parte de los bancos...
—Sí, de todo, y a veces mezclado. Aquí recién se está empezando a hacer pero no se consigue mucho...
En ese sentido, ¿a quién dirigirlas tu reclamo por la falta de apoyo...?
—Me quejaría a todo el mundo, pero en realidad creo que no salimos si no nos unimos todos. Nos tiene que ayudar el Ministerio de Cultura, el Municipio, pero para eso tenemos que organizarnos, estar juntos, superar las divisiones, salir del propio rincón...
¿Propuestas?
—Seguir integrándonos, hacer las programaciones coordinademente, que las orquestas no repitan repertorios, buscar lugares nuevos de difusión, ir nosotros a todos lados, tenemos que organizarnos, salir de las salas de concierto, no digo que no se hagan allí más conciertos sino que, además, se use la ciudad; la gente en Montevideo los domingos de tarde va a los museos y a las iglesias, se deberían hacer allí conciertos de órgano, aprovechar y mejorar todo lo que tenemos. ¿Un ejemplo concreto?: la idea de los estudiantes de la Escuela Universitaria de Música, los Grandes-conciertos, apoyar eso que empezaron los muchachos significa, por ejemplo, que quizás si la sala fuera mas agradable, llevaría más gente, ¿no?... y es una forma de unir la formación con la difusión...
Con la música a todas partes...
—Definitivamente.

* Renée Bonnet, pianista y pedagoga, 1911/1982

Del currículum de Renée Pietrafesa alcanzaría decir "música", en el sentido más amplio posible. Abarca desde la composición hasta la pedagogía, la musicoterapia, la tarea de intérprete en piano y órgano, la dirección de orquesta y la importante labor de difusora y promotora de iniciativas musicales, como "su" orquesta Ars Musicæ, o el programa que dirige en Canal 5.
Dentro del programa de intercambio entre el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia y el Servicio Cultural de la embajada francesa en Uruguay, el año pasado Renée Pietrafesa fue invitada, en primer lugar, a realizar un concierto de piano en la ciudad de Foix. BRECHA conversó sobre su experiencia.

¿ Cuál fue la integración del programa?
—Lo fundamental para mí fue que se me permitió hacer un concierto con obras de compositores latinoamericanos, sobre todo uruguayos, de todas las generaciones, que no es lo más común, pues en realidad ellos no están tan abiertos a que los creadores podamos llevar nuestra música; eso me dejó muy feliz. Toqué obras de Tosar, Villalobos, Fabini, Ginastera, Gnacravino, Sgarbi -un compositor de música popular- toqué milongas y candombes, toque Giucci, una obra que se llama "Candombe para piano", y después toqué una obra de Coriún Aharonián y otra de Graciela Paraskevaidis. También toqué obras mías, en las cuales al comienzo hago como una especie de concierto didáctico, preparo el piano, coloco los tornillos, fue muy lindo y el público recibió todo de forma muy calurosa, me pidieron como bis una obra mía que se llama "Translaciones", dedicada a mi madre, Renée Bonnet*. Después pude conversar con la gente, que estaba interesada realmente, sinceramente en las obras mías y de mis compañeros, y recibí manifestaciones como la de una señora que me preguntó: " Cómo es que a usted la siento tan libre arriba del escenario con su piano y con su música y me hizo sentir a mí también tan libre?". Y esa es una de las cosas que más nos deben importar, transmitir eso que para mí es lo esencial.
Una constatación de la importancia que tiene música y la función que cumple. Hay que crear conciencia respecto a todo eso, ¿verdad?
—La música forma parte de nuestra vida, de nuestro ser integral, nuestras respuestas, lo que somos como individuos en una sociedad, y eso está descuidado porque se toma el arte por el arte en sí, o peor, el comercio de los conciertos, y ¿qué tiene que ver eso con el aprendizaje de ti mismo? Para mí hacer música fue, sigue siendo saber quién soy, qué es lo que quiero, cómo comportarme y cómo comunicarme -es mi deseo- con lo mejor de los demás.
Dentro de tu faceta de intérprete, además del concierto de piano ¿qué actividad cumpliste?
—Otra cosa que siempre hago en Europa es tocar en órganos auténticos; toqué en Lausanne, Saint-Paul, un instrumento hecho en base a la factura de Alemania de 1700, con todos los juegos y registros que te permiten tocar Bach y Buxtehude, pero lo que me importa es improvisar en esos órganos mis cosas, y estuve grabando como cinco horas, eso me llena el alma de alegría. Con ese material me interesaría hacer un casete, además tengo una invitación para volver en el 92 a realizar una gira de conciertos.
Aquí los organistas estamos tratando de hacer restaurar el órgano de la iglesia de los Vascos, al que se le cayó el techo encima. Es un lindo órgano, sobre todo para hacer música francesa, con los juegos de la época de Couperin.
Toqué también un fortepiano, de la época de Mozart, y aprendí que ese instrumento hay que tocarlo con mucha dulzura y muy suavemente porque si no, no repite las notas, y me di cuenta de la función primordial del instrumento para la música, de cómo está condicionado un compositor. Y sin llegar a decir que no se pueda tocar en los instrumentos contemporáneos, no hay que olvidar cómo suenan los instrumentos para los que fue concebida une obra; me di cuenta de que Mozart se toca hoy demasiado fuerte y los movimientos rápidos, demasiado rápido; en ese instrumento no se puede tocar Mozart a la velocidad con que lo tocamos en las grandes salas de concierto con los pianos contemporáneos donde todo es demasiado fuerte y no hay suficiente matiz.
En el terreno de la pedagogía, que también te ocupa...
—Visité varios institutos en Bordeaux, y tuve contacto con gente que encontré en París el año anterior en un congreso sobre pedagogía musical; es muy importante encontrar gente que está tratando de concebir la manera de enseñar la música desde el principio, ya con los niños, de una manera diferente; estuve en una escuela especial para niños con enfermedades mentales donde trabajan con una técnica que yo utilizo con los niños "normales" (entre comillas, ya que como músicoterapeuta pienso que ese tema es mucho más amplio).
¿Y en el área de la enseñanza musical oficial?
—Visité la Cité de la Musique, un complejo que te deja impresionada a nivel arquitectónico, con salas de estudio, ensayo, conciertos, un órgano romántico, un gran cuidado no sólo por la acústica sino incluso por la luz. Allí funciona también la escuela de danza, y enfrente hay un museo que se utiliza para aclarar a través de él la música del presente y del futuro. Esa es una idea muy interesante que se puede desarrollar también acá: unir la educación, la formación y la difusión en el mismo lugar.
¿Y en cuanto a la metodología de enseñanza?
4 de junio de 1988